Necesitas el dominio para que los visitantes puedan acceder fácilmente a él. Sin embargo, además de esta parte puramente funcional, el dominio también cumple otros fines.
Lo más importante, es parte de la marca de tu sitio web y empresa. Te hace más único y memorable. Por ejemplo, cuando escribes pepsi.com en la barra de tu navegador, estás esperando acceder al sitio web de la organización que fabrica el refresco Pepsi.
Además de eso, tener tu propio nombre de dominio también le da credibilidad. Donde el cliente sentirá que la actividad comercial que trata tiene más seriedad, una actividad que tiene su propio dominio y tiene sus propios correos electrónicos de donde provienen sus correos electrónicos, no como cualquier actividad comercial normal.